Probablemente, el impulso más importante que experimentó el deporte competitivo para su expansión y popularización fue la instauración, a finales del siglo XIX, de los Juegos Olímpicos modernos por el barón Pierre de Coubertin, en los cuales se reunieron la gran mayoría de los deportes reglamentados que habían ido surgiendo durante todo ese siglo. Sin embargo, estos juegos perseguían la exaltación del deporte totalmente practicado como afición, no el profesionalizado. En la actualidad, las Olimpiadas engloban, entre juegos de verano e invierno y deportes individuales y colectivos, un total de 41 especialidades.
El número de participantes por país es determinado por el COI y en el caso de deportes por equipos, ningún país puede presentar a más de uno por disciplina. El lugar para la celebración de los juegos es también elegido por el COI y todos los acontecimientos deben tener lugar en la ciudad olímpica exceptuando el fútbol que se disputa por medio de la FIFA y en cuanto a vela, la obligación de que las competiciones se celebren en el mar obliga muchas veces a trasladar las pruebas a mucha distancia de la sede central de los juegos.
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